17 de febrero de 2012

El jazz trompeador.

   ¿Nunca les pasa que el jazz les da ganas de acostarse a pensar y pensar una cadena infinita de cosas sin relación hasta que ya no quede cerebro utilizable? Ah, porque a mí no.

   Bah, en realidad, sí. Hay cierto tipo de música que, de repente, sin avisar, me levanta en una nube de éxtasis arbitrario con el solo propósito de tirarme inmediatamente al suelo de un plumazo. Por eso, ese tipo de música es mi favorita. Es algo que odio y amo. En realidad, sólo lo amo, pero me da un poco de pereza andar pidiendo que me levanten el ánimo después.

Hoy quise escuchar algo de Hugh Laurie (y con "quise escuchar" me refiero a "sigo escuchando desde hace tres horas nonstop") y me pasó eso. También encendió mis ganas de escribir un poco y acá me tienen. Me tomo un shot y me voy a dormir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario